domingo, 1 de agosto de 2010

He descubierto el trasfondo de mi alma.

Sabe a miel.
Olor melancólico y sonrisa de a pie.

He recitado mi corazón en alto,
donde nadie me escuche,
y con los ojos cerrados,
donde todos me oyen.

Y he vivido un tiempo,
entre tormentas y llanos.

Me niego a ser alfombra,

quiero ser aire,

el viento que roce tus manos.

3 comentarios:

amelche dijo...

Me gusta el poema, muy bueno.

oliva dijo...

A mí también me gusta. Y no es fácil llegar a las profundidas del corazón para hallar lo que fondo de los deseos, negándose a ser felpudo o un simple tapete...

Saludos.

Alicia Lara Clares dijo...

Gracias :D