viernes, 30 de abril de 2010

Arenas de soledad


Empezar de nuevo
sin destino y sin tener
un camino cierto que, me enseñe a no perder la fe
y escapar de este dolor sin pensar en lo que fue
¿cuanto aguanta un corazón sin el latido de creer?


En lo bello en la verdad de la esperanza
de esta sed de amar
en los sentimientos que se quedan
sueños que perduran
y busqué y subí y fui preso entre las alas del amor
sin distancia y sin recuerdos
en las arenas de esta soledad

Presa de un silencio roto
hijos del amanecer
que nunca alcanzó esa luz, tan confundida en el placer
y cierro los ojos, sólo para comprender
cuánto aguanta un corazón sin el latido de creer (8)


Habana Blues :D

martes, 27 de abril de 2010

Pesadillas

Pasos de hurones desteñidos
invaden mis sueños.

Se cae la cortina del dormitorio,
amanecen pequeños destellos de alma más allá.

Se oye con rotundidad el latido, latido
que marca mis labios.

Al unísono, despierto...
¡Grito!.
Callo.

(No, no y no. No me gustan las pesadillas. Ni antes, ni ahora, ni nunca.)

sábado, 24 de abril de 2010

Es una sensación extraña.

Como si llevara puestas unas botas catiuscas e intentara andar por un campo embarrado.
Pues el tiempo es barro,
y las botas se quedan pegadas a él.

Es una situación incómoda que promete durar mucho.
Pero mis botas no aguantarán tanto barro ni los pasos borrosos.
Y las botas no se cambian, mejor yo salgo del terreno.

martes, 20 de abril de 2010

Leyes de Ali vol.1

Máxima 1:
Que las penas se quedarán en casa, a partir de éste instante.
No saldrán de mi boca ni de mi alma. Cansa mucho.

Máxima 2:
Se acabó decir hasta pronto y tonterías. Hasta ahora, o hasta nunca. Así dejo de lejos cualquier ambiguedad que pueda causar mi falta de mala fé.

Máxima 3:
Daré, siempre, la parte exacta de lo que me dan. Si no tengo, no doy. Mirad que sencillo.

Máxima 4:
Mañana no tendré tiempo ni para tener ganas. Fijate... que cosas.

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Por cierto, día malo donde los haya. De principio a fin, con estacazo y patada en las espaldas. Y una ración de matar ilusiones idiotas doble.
No está mal.

lunes, 19 de abril de 2010

Un estornudo de rayos, truenos,
y centellas.

Y unas ganas inmensas de... bueno.

Pues eso.

viernes, 16 de abril de 2010

Recuerdo...

No es en mis manos donde siento la vida,
que no son mis ojos, ni mis labios,
sino algo que indaga mis entrañas y aviva mi aliento.
No es en el día a día, ni una rutina desmedida ,
es el alma que me acompaña y tiñe mis latidos.

Recuerdo,
darle más importancia a una promesa que a la vida,
regalar a diestro y siniestro mis pasos,
sobrevivir al naufragio de lo incumplido y las mentiras.
Nada acaba si nada empieza,
y nada empieza si el primer paso no lleva todos los sueños.

No quiero marcar un camino,
quiero vivirlo. Saber que mañana será un día importante.
Mis uñas desalan esas mil ideas que figuran mi ilusión,
estrecho los dedos, hombros en orden, mirada sigilosa,
y cuerpo al frente.

No es afrontar, ni enfrentarse,
es distinguirse con fuerza y soltura.
No es afrontar, no es enfrentarse, que no.
Es ganar. Ganar. Ganar. Y punto.


No es en mis manos donde siento la vida. No son mis ojos, ni mis labios. No son los pies con los que camino ni las manos con las que me agarro. Es el alma que me impulsa, son los sueños que me mantienen con vida, el carisma que sonríe por mi, el corazón que inquieta mis noches y los latidos que cantan al son de mil emociones.

No es en mis manos donde siento la vida,
es la vida la que pule mis dedos.

martes, 13 de abril de 2010

He destronado al rey de su silla mágica
y lo he estacionado en doble fila.

Porque me apetecía.

sábado, 10 de abril de 2010


Incredulidad.
Incertidumbre.
Incoherencia.
Incongruencia.
Impotencia.

¿A qué juegas?

jueves, 8 de abril de 2010

Parece irreal, pero vive con nosotros.

Parece obsceno. Y lo es.

Parece mentira.

miércoles, 7 de abril de 2010

Troceando los cordones de mis zapatos conseguiré no volverlos a pisar.

¿O no?.

domingo, 4 de abril de 2010

Poesía de nadie. Versos para nadie.

Poesía de calle, de escalofríos y escarlatas,
poesía de las ramas del árbol
donde se derrama mi alma.

Escribo cuando tengo que decir algo importante,
pero no puedo decirlo.
A veces no escribo.

Escribo en letras grandes y aspavientos,
a veces ni lo intento, de chicas sílabas danza el mundo.

Hoy escribo entre una armoniosa mata de nervios,
desde la esquina de la cama donde me siento,
con el corazón helado al lado del infierno.

Escribo con tino,
y normalmente desatino escribiendo.
En el entresijo de papeletas de palabras que anudan mi mente,
escribo a lo que sale, o a lo que siento.

A veces describo, respiro e inspiro.
Y siempre, de corazón escribo.
De suspiros se compone mi alma,
y desteñir mis ojos en un folio, es motivo perfecto.

Escribo, inscribo.
Escribo, describo.
Agonizo y sollozo
mientras escribo.

sábado, 3 de abril de 2010

Puestos a excentricidades...

ME GUSTA...

Me gustan los gusanitos, al brasero, con alguna serie de fondo, y las magdalenas de chocolate.
Me gusta tumbarme en el parque, al sol, cerrar los ojos, e imaginar sobre todas las cosas.
Me gusta escuchar el agua deslizarse sobre las piedras, mientras invento juegos de palabras apoyada en cualquier roca solitaria.
Me gusta salir corriendo sin mirar atrás, por el paraje más calmado.
Me gusta comerme los filos de las pizzas al día siguiente de hacerlas, y echarle colacao a los yogures antes de comérmelos.
Me gusta limpiar los platos con agua caliente, y enjuagarlos con rapidez.
Me gustan las tostadas de aceite con pimienta, y el café con toda la leche fría.
Me gusta abrazar, y sentir un abrazo.
Me gusta gritar a pulmón abierto al final de la vía del tren, justo después de salir corriendo.
Me gusta hacer reír, y no me importa mi reputación ni si parezco más despistada de lo que soy.
Me gustan las fotos, que me recuerden todas las ocasiones distintivas de mi vida, y me gusta emocionarme al ver las cosas que se han quedado atrás mientras yo tomo decisiones.
Me gusta aprender que cada día es una ocasión nueva para ser feliz, que no importa si se viene o se va, sino si se queda, y cómo.

Me gusta despertarme con canciones optimistas, porque sé que me alegran el día.
Me gusta escuchar musica en todos lados, mil canciones, mil letras, y siempre adecuándolas a la situación del momento.
Me gusta afrontar mis miedos, darme cuenta de lo poco importante que resultan las palabras malcriadas para mi alma.
Me gusta conseguir lo mejor de mí, y de los míos, coger una idea y lograrlo todo. Que no lo fácil es lo importante, que lo necesario es ser el más ingenioso.
Me gusta derretir el chocolate de los donuts antes de comérmelos, y pringarme las manos.
Me gusta escribir, porque es el camino más sincero de hablar conmigo y conocerme. Porque con poco esfuerzo consigo ser alguien. Porque esforzándome, además, soy alguien importante. Al menos para mí.
Me gusta asomarme a la ventana y saborear el olor a café, mientras intento reponer mis fuerzas y despegarme de las sábanas.
Me gusta madrugar y sacar alguna idea tonta para sonreír desde el primer momento.
Me gustan los retos, y ser un reto. Y lograr un reto. Y perder un reto. Y volver a intentarlo.
(No terminar lo empezado es algo parecido a terminar lo no empezado).
Me gusta ser feliz, porque así puedo proponerme hacer feliz a los demás, y eso consigue que llegue lejos.
Excentricidades aparte,
no está mal un poco de tensión en medio de la muchedumbre,
mientras esperas que cambie el mundo o te rasguen la coraza.

No está mal Semana Santear con mil formas distintas de colorear el mundo y jugar a ser el perro más perro, o el día de extrañar al cielo.

Excentricidades aparte,
todo está igual que siempre,
y nada igual que nunca.