sábado, 9 de enero de 2010

De buenas nuevas

Desaté mis labios en un tormento,
cerré mis ojos, le grité al viento.
Pasando de ser la niña cobarde que el mundo acuerda,
dejando atrás los cabos rotos de un lamento.
Seré libre un tiempo.
Apreté mis manos entonando una melodía,
me abrigué bastante, tengo un largo camino a mis pies.
Frunciendo el ceño, agarrotando mis músculos al unísono,
conversando mente con corazón, le susurra valentía.
Mil razones me llevan a este escondrijo,
destinos fugaces, caminos serios, y algún capricho.
Empiezan mis pasos a teñir la senda descrita,
tengo algo de miedo, algo de sueño, algo de ilusión…
De todo un poco me guardo.
Me espera un lugar incierto, repleto de migajas de oro,
pero con una idea bien clara:
Seré poeta un tiempo, seré persona el resto.
Soy yo quien dibuja, borra, colorea, tacha y cose,
yo. Ali, y Punto.

Cierra los ojos ahora, si tienes miedo;
que yo miraré discreta, sonreiré un tiempo,
recordaré que desaparecer, a veces, es una buena idea.
Cierra los ojos, cielo. Seas quien seas y donde te escondas,
yo no espero si no es perfecto.
Si tienes miedo, ahora, no contemples:
Mover las manos también cubrió deseos.
Disolverse en el infierno será ahora
producto de mi responsabilidad.
No quiero ser princesa de aquel cuento,
me gusta ser cicatriz, sonrojarme y perderme en el tiempo,
equivocarme y reír, disfruto si me caigo y al levantarme vuelvo.
Me gusta arroparme cuando tiemblo, pedir ayuda,
aprender rápido y errar de nuevo. Levantar el vuelo.
Sentirme real y mía, no quiero ser princesa
de aquel cuento.

No hay comentarios: