Ya no muero.
Ya está tuerto el sordo
y ciego el vago.
Ya no sueño.
Despisto los horizontes
con cruces amarillas.
Mañana será otro día.
Igual que todos, nada cambia.
Sólo el jersey y la cremallera.
Ya no tengo miedo,
sonrío. Y a conciencia.
Ya no muero. Ya pasó.
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